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Vértigo...
Posted by Tefi Cabanne
on
19.10.09
Mirando el espejo que refleja la ventana a mi espalda, me encuentro pensativa. ¿Y si esto es estar bien y vivir normalmente como todos? Se siente como inercia. Yo no creo que así esté todo el mundo.
Siempre me imaginé con un millón de cosas para hacer: deportes, inglés, estudio, trabajo, dentista, médico, amigas, torneos, cartas, ¿novio? Seudo... En fin, otra noche de esas en que las dudas que parecen ser existenciales me arrebatan todas juntas. “¿Qué necesidad?” diría mi hermana. Seguro es algo lógico y necesario, pero desafortunadamente no me puedo acostumbrar a pensar tanto, mejor dicho, a pensar tantas cosas a la vez. Que sí, que no, que más o menos, tranquila, reite, se fuerte, llorá, corré, enojate, pensá, pará, crecé, viví. Que deje de correr el hámster un segundo por Dios! A está altura me agota hasta el sonido de su ruedita. Lo ideal sería pedir que me instalen un antivirus porque evidentemente a mí el botón de reset no me anda.
Mirando la pared, boca abajo, destapada, con tele, sin... Ya sé! Poner música va a ser la solución. Pero tampoco! Misión abortada a la primera canción. Me hace pensar más. Sí, ya lo sé, podría haber elegido otro tema, pero mi dedo de memoria sólo conoce el recorrido hacia ése. Galeria/archivos de música/recuerdo.amr. Y cómo no me iba a hacer pensar más si me canta en la primera frase “me levanto temprano moribundo, perezoso resucito, bienvenido al mundo”.
¿Y ahora? Última opción: chateo un rato por mensaje de texto, escribo y pienso en mañana. Uf! Qué alivio. Resulta que de tanto mirar la pantallita del celular, a las 3.17 am me empezaron a arder los ojos. Así que ahora sí me dieron ganas de dormir aunque sea algunas horas, hasta que vuelva a sonar la ruedita del molesto hámster.
Siempre me imaginé con un millón de cosas para hacer: deportes, inglés, estudio, trabajo, dentista, médico, amigas, torneos, cartas, ¿novio? Seudo... En fin, otra noche de esas en que las dudas que parecen ser existenciales me arrebatan todas juntas. “¿Qué necesidad?” diría mi hermana. Seguro es algo lógico y necesario, pero desafortunadamente no me puedo acostumbrar a pensar tanto, mejor dicho, a pensar tantas cosas a la vez. Que sí, que no, que más o menos, tranquila, reite, se fuerte, llorá, corré, enojate, pensá, pará, crecé, viví. Que deje de correr el hámster un segundo por Dios! A está altura me agota hasta el sonido de su ruedita. Lo ideal sería pedir que me instalen un antivirus porque evidentemente a mí el botón de reset no me anda.
Mirando la pared, boca abajo, destapada, con tele, sin... Ya sé! Poner música va a ser la solución. Pero tampoco! Misión abortada a la primera canción. Me hace pensar más. Sí, ya lo sé, podría haber elegido otro tema, pero mi dedo de memoria sólo conoce el recorrido hacia ése. Galeria/archivos de música/recuerdo.amr. Y cómo no me iba a hacer pensar más si me canta en la primera frase “me levanto temprano moribundo, perezoso resucito, bienvenido al mundo”.
¿Y ahora? Última opción: chateo un rato por mensaje de texto, escribo y pienso en mañana. Uf! Qué alivio. Resulta que de tanto mirar la pantallita del celular, a las 3.17 am me empezaron a arder los ojos. Así que ahora sí me dieron ganas de dormir aunque sea algunas horas, hasta que vuelva a sonar la ruedita del molesto hámster.