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Carta de fin de año. Principio de vida.
Posted by Tefi Cabanne
on
10.1.13
Quiero aclarar antes de que
empiecen a leer, que ésto se me vino a la mente hace unos minutos, 31 de
diciembre a la 1 am. Necesito decirles que es PURA Y EXCLUSIVAMENTE una opinión
personal. No pido respuestas, halagos, ni discusiones; sólo hacer saber desde
donde estoy parada hoy mirando a la vida y al mundo.
Estamos a horas de terminar
un nuevo año y a unas horas y unos minutos de empezar el 2013. Nueva etapa que,
en mi vida personal, se vienen muchisísimos cambios. Todos buscados y cada uno
de ellos remil pensados. Estuve 24 años y 8 meses para decidir cual era
realmente mi “porqué”, mi sueño, mi más profunda pasión, mi razón de vida y mi
próposito diario. Después de un largo y productivo viaje, puedo decir que estoy
completamente segura de qué quiero y –lo mejor- de lo que NO quiero. Gracias a
mi familia, amigos y varias otras personas, es que puedo sentarme un 31 de
diciembre a escribir frente a mi compu todo esto con muchísima convicción.
Gracias a todos ellos y por supuesto gracias también a mí; que tomé la decisión
de querer arriesgar, luchar, emprender, soñar, vivir y ser feliz.
Quisiera –y me tomo el
atrevimiento- de contarles un par de cosas que reflexioné en mi viaje y que
sigo pensando cada día. Asuntos que son los que realmente me importan (y creo
que son los que deberían importarles a TODOS). Muchos de estos pensamientos les
parecerán obvios, algunos super conocidos y otro tanto una locura; pero insisto
en que es pura y exclusivamente una opinión personal.
Por más fácil que sea la
teoría, habría que empezar a poner en práctica todas aquellas pequeñas cosas
que creemos que no tienen valor. Habría que acostumbrarnos a repetir a menudo
palabras como por favor, permiso, perdón, gracias y te quiero. Les parecerá una
pavada pero muchas veces al estar implícito el favor, la disculpa, el
agradecimiento o el cariño se nos olvida decirlo explícitamente. Vivimos en
tiempos en que nos equivocamos en la manera, en la forma. Vivimos por vivir y
sentimos porque HAY que sentir. “Trata a los demás como quieres que te traten a
ti mismo” es una gran verdad pero poco la profesamos. Queremos enseñarles a los
niños buenos modales cuando ellos mismos nos ven discutir, pelear y faltar el
respeto. Pretendemos instruir con palabras y no con actos, algo que me parece
que no existe. Siempre, y creo que mucho más esta generación, entendemos o
creemos cuando vemos, cuando comprobamos. Ver la bronca, la ira, la maldad y el
malestar permanente en el que estamos sumergidos como sociedad de “gente
grande”, hace que la nueva generación aprenda lo mismo. Provocamos que los más
enanos mamen maltrato, gritos, egoísmo, mediocridad y quejas. Esperamos por lo
general ver cómo nos tratan para tratar de la misma manera, cuando debería ser
al revés. Empezar nosotros mismos a ser respetuosos, agradecidos, humildes,
cordiales y cariñosos para que lo sean los otros. La energía positiva que va,
siempre vuelve; y ojo porque la negatividad se rige por la misma regla: TODO lo
que va, vuelve.
Si bien aún no soy mamá,
aprendo y me siguen enseñando mucho como hija y tía, por lo que quisiera
decirles a los padres que –como he leído alguna vez- no se olviden que también
fueron niños. Recuerden que todo lo que ustedes ya vivieron, quizás menos o
quizás más, sus hijos también lo quieren experimentar. No los acorralen, no los
ahoguen, no los sobreprotejan. Déjenlos ser libres en la justa medida que ellos
mismos aprenderán. La vida, aunque muchas veces sea injusta, es completamente
sabia y tienen que aprender a confiar en ella. Les pido por favor que no los
llenen de miedos, no les transfieran sus dudas, no les coarten sus sueños.
Permítanles ser ellos mismos y no una prolongación de ustedes. Libérelos de esa
presión de “el deber ser” para que puedan vivir tranquilos con “el querer ser”.
Anímenlos, motívenlos, libérenlos, ayúdenlos, apóyenlos, aménlos… que ellos
mismos (como ustedes) encontrarán o crearán su propio camino –a la larga o a la
corta-.
Inculquen la idea y el
sentimiento de amistad, trabajo, pasión, educación, sociabilización, amor,
respeto, ejercicio físico y salud; pero les pido que para eso prediquen con el
ejemplo en todas y cada una de las cosas que quieran enseñar. Creen juicio e
instruyan en el cuidado del cuerpo, la mente y el alma.
Hoy, a casi 22 horas del
comienzo de un nuevo año, espero que cada día seamos más los que empecemos a
valorar las pequeñas grandes cosas, los pequeños grandes gestos. Sinceramente
tengo esperanza de que este cambio de energía –que en teoría se produjo entre
el 21 y el 23 de diciembre- les tocó en el fondo a muchos. Anhelo de verdad que
este 1 de enero de 2013, con cada brindis pidan un deseo. Que con cada abrazo,
den un pedacito de ustedes para que ese otro alguien que lo reciba se sienta
querido puramente. Que con cada sonrisa brinden alegría y felicidad a muchos.
Que con cada beso, entreguen amor verdadero. Que con cada mirada, regalen
palabras. Que con cada gesto, ofrezcan ayuda a cada persona que entre a sus
vidas; porque algunos no saben pedirla –pero tengo la certeza de que todos la
necesitan-. Que con cada pensamiento, construyan un sueño y que con cada sueño,
logren algo que realmente les llene adentro.
Feliz 2013.
Feliz nueva etapa.
Feliz nos hará el cambio.
Feliz será todo aquel que
se proponga a cumplir las cosas que le pide su alma.
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